6.01.2009

desde enero a esta parte

lo único interesante que dijo Pelusio es:

"El hombre que duda, seguro eligirá lo peor"

y después se volvió a su cueva oculta en el amazonas, porque Pelusio es así: desaparece durante meses, nos regala su palabra, se hace un omelette con 2 huevos y vuelve a desaparecer.

Salve Pelusio!

1.30.2009

La entrevista de Pelusio a Rolling Stone, 1983, parte 1

El joven e inexperto peridista sueco Thomas Lars Brolinn se enfrentó al gran Pelusio en 1983, en una de las poquísimas entrevistas oficiales que dió el Maestro. Periodista eximio y sagaz, nominado 3 veces al Premio Pullitzer, Brolinn se muestra en la entrevista tímido, disminuido, casi como un novato, sin poder ocultar la fascinación que le produce estar frente a El. No es fácil enfrentarse al Supremísimo de Pollo tet a tet: es como enfrentarse a una luz de esas de la presentación de 20th century fox, apuntandote derecho a la cara. Te ilumina y te ciega a la vez.
En la entrevista podemos notar la presencia de ciertos temas recurrentes en la obra de Pelusio, con los cuales me he topado varias veces en los últimos 20 años del estudio de su obra (léase: Los temas de Pelusio: nutrias, chorizos y estoicismo, Alessandro Tambuzzi, Editorial Amalfitano, Barcelona, 1991)

Dejo ahora a su entera disposición la primer parte de la entrevista, para que la disfruten pero más que eso: para que la respeten, la interpreten y la valoren como yo.

-----




- Primero quiero decirle que es para mí un honor estar en frente suyo.
- Gracias

- No verdaderamente, hay pocas figuras en la Historia de la Humanidad que representen lo que representa usted, Maestro, la sabiduría, la paz, y la espiritualidad que se respira en este lugar es asombrosa es... inexplicable
- Bueno, gracias

- En serio, es un honor para mí estoy... atónito, no sé...
- Ya está, entendí

- Sí, claro, usted lo entiende todo..Perdón
- No pidas perdón con palabras, pide perdón con actos.

- Ahí está la primer enseñanza que me da Pelusio en Persona! Gracias maestro, Gracias!
- No des las gracias con palabras, etc.

- Perdón... Bueno, hablemos de su infancia. Muchos dicen que usted es eterno, ¿logra recordar algo de aquellos viejos tiempos en que era un niño?
- No, la verdad no...

- Algo? Algún recuerdito?
- Bueno, recuerdo una vez estar tomando leche de la teta de mi madre y darme cuenta que estaba cortada. Tuve que reirar mis encías y fijarme en el dorso de su teta la fecha de vencimiento.

- ¿En serio?
- No, estoy jugando como usted como un gato juega con los ovillos de lana.

- Es para mí un placer. ¿Se ha enamorado alguna vez Maestro?
- Claro que sí.

- ¿Podemos saber el nombre de la mujer?
- Claro que no. Es decir, puede saberlo, quizás lo sepa, pero yo no se lo voy a decir.

- Es difícil imaginarlo con una mujer, pese a su hombría desbordadora, es decir, no me malinterprete, lo que quiero decir es que es difícil imaginar a una mujer que tenga lo necesario como poder ser "la mujer de Pelusio", hay muchos requisitos que llenar. Mucho más teniendo en cuenta que gran parte de los seres humanos hoy en día son superficiales y no buscan, como usted, la madurez interior, sino simplemente la madurez de lo material...
- ...
(El maestro mira hacia otro lado, como si me estuviera ignorando. Intento remarla para continuar.)

- ¿Qué opina usted de la gente superficial?
- No está mal ser superficial si la ocasión lo amerita. Si nos estamos ahogando, salir a la superficie es lo que nos permite respirar.

- Interesante planteo, profundo como siempre... ¿Podría explayarse un poco más?
- Podría, pero no tengo ganas.


- ¿Ni un poquito?
- ...
(Pelusio ve pasar una nutria, la recoge del camino y empieza a peinarla. Tengo la ligera impresión de que me ignora de verdad, pero debe ser mi imaginación)


- Hablando ahora no de su vida espiritual sino de su trabajo, de aquello a lo cuál dedica cada día de su vida, esa búsqueda constante de la sabiduría... ¿Qué fue lo que lo motivó a tomar esta vida, esta senda espiritual?
-No sé, pintó.

- Se dice que usted tiene miles de años, o más, que nunca dice en realidad cuantos tiene... pero partiendo de la base que tiene muchos, cómo ve a la humanidad ahora con respecto a lo que ocurría hace unos años?
- No está tan mal como algunos creen, y no es mucho mejor como creen los otros.

- ¿Qué opina de los rumores que dicen que usted es en realidad una metáfora, una especie de idea creada por un blogger poco frecuente que cada tanto utiliza su voz para dar mensajes de esperanza a la humanidad? O sea, a la humanidad que lo lee. O sea, 7, 8 personas...
- Eh?

(fin de la parte 1)

----

Es fácil observar como el Gigante de la Verdad responde de manera concisa y directa a las preguntas ampulosas de su interlocutor. Como en cada enseñanza del Profeta, la interpretación de cada una de las respuestas es libre. Yo por mi parte la encuentro jugosa en contenidos y formas, sobre todo la parte final: ante una pregunta extensa y enrosacada, llena de descripciones y aclaraciones, el maestro opone una respuesta simple: una sola vocal seguida de una consonante muda. El sonido de una letra le basta al Grande para expresarse, como si dijera "Con este simple sonido doy por descartada tu pregunta, primero porque en el sonido de una letra está el Universo entero, y una letra ES el Universo*, y segundo porque la pregunta es bastante estúpida teniendo en cuenta que estamos en 1983 y los blogs todavía no se han inventado. Así que vamos, póngase las pilas, haga como que es un periodista profesional y pregunte cosas de verdad, que respuestas me sobran"

Todo eso dice Pelusio al decir "eh?". Todo eso y mucho más porque es Enorme, Gigante, Magnánimo y Eterno. Nos quedan aún 2 partes de la entrevista, que serán publicadas en breve y empiezan a darnos más pistas para recorrer con confianza el camino de la vida, como siempre hacen los grandes, y en especial él, Pelusio, el Profeta incomprendido.




* Sí, es una referencia.

segunda sabia reflexión encontrada en la desgrabación de un cassette de 1983, en una entrevista que Pelusio dió a la Rolling Stone Sueca

"Cuando estés perdido sigue caminando. Aunque no veas nada.
Cuando te crean muerto: renace.
Cuando tus piernas no aguanten más, camina con los brazos.
Cuando los brazos no aguanten más camina con el alma.
Cuando todo esté perdido encuentra algo nuevo. Un color. Una voz. Una nutria.
Si alguien te quiere acompañar en el camino, dile que está bien.
Si alguien quiere abandonarte, dile que está bien.
Nunca llores.
Nunca mires atrás.
Nunca pienses que nunca debes llorar ni mirar atrás.
Actúa como si cada día fuera el primero.
Si te preguntan la hora, son siempre las 19:45
Cuando la persona que te abandonó te diga que quiere volver a caminar contigo, dile que está bien.
Cuando se quiera ir de nuevo dile que se deje de joder un poco.
Si no para de joder, dile que está bien.
Camina para adelante, sabiendo que adelante no existe, que es relativo.
Que ni la fama ni la fortuna ni el éxito pueden abrazarte los domingos.
Que la montaña más alta envidia la brisa suave de las llanuras.
Admira tus cicatrices.
Las uñas de la mano izquierda deben estar cortitas. Las de la derecha largas.
Si eres zurdo es al revés.
Cuando mires a tu alrededor y estés completamente perdido, encuéntrate
Si no te encuentras, síguete buscando.
Si te encuentras, sonríe.
Ya puedes dejar de caminar."



En breve, sí, la entrevista completa.

11.18.2008

sabia reflexión encontrada en la desgrabación de un cassette de 1983, en una entrevista que Pelusio dió a la Rolling Stone Sueca

- Aquellos que dicen "prefiero un malo antes que un boludo", son malos y boludos.

Esto dijo Pelusio, acariciando una nutria y viendo como los dorados surcaban el Amazonas sin cesar.

11.11.2008

frases pelusianas

" La casa es chica pero el corazón es grande. Igualmente, repito: la casa es chica. No entramos. Adiós. "

11.05.2008

obama

Por entre la revuelta política y económica que atraviesa hoy en día Estados Unidos, un grupo de personas camina por la quinta avenida y decide viajar al Amazonas, a conocer a Pelusio, a ver qué tiene para decir el Sabio Profeta, acerca de la situación de la "casa de los valientes". En un país en el que la discriminación racial e incluso la social distan de ser Historia para ser historia, en medio de una caída bursátil rotunda, los 4 yankies tomaron un avión para encontrar luz en las palabras de Pelusio.

Apenas se internaron en la Selva, el Profeta apareció, pues estaba de buen humor, y su nutria estaba bien peinadita raya al medio.

- Pelusio -hablaron los del norte. Es un honor conocerlo, hemos escuchado tantas cosas acerca de sus sabias palabras que...

- Ahórrense los halagos que de esos me sobran. Denme algo que no tenga o no me den nada. -respondió cortantemente Pelusio con voz de trueno, porque el ánimo le cambia así, cuando se le canta.

- Bueno, simplemente buscamos un camino, saber qué tenemos que hacer, si nuestro país podrá...

Y Pelusio los volvió a interrumpir, y habló con voz de algodón, ante la mirada atenta de los visitantes que iban por primera vez a escuchar la Magia:

- La realidad no es solo realidad. La ficción no es solo ficción. La cucaracha ya no puede caminar. En este mundo las cosas se mezclan, estan mezcladas todas. Por eso muchos dicen que nada es lo que parece. Por eso dicen otros que las apariencias engañan. Las apariencias nunca engañan, pero los hombres no las saben descifrar. Se quedan en la base, en la superficie, en la tapa del New York Times. La Bolsa no existe, son números, y los números son matemática y la matemática es abstracción pura. La realidad es ficción. Probablemente Obama sea solo un actor, un artífice de algo superior. La ficción es realidad. Probablemente el verdadero presidente de Estados Unidos sea Morgan Freeman.

Los yankis se miraron entre sí, sin comprender nada, y cuando voltearon para mirar a Pelusio este ya no estaba. Había desaparecido, se esfumó entre las ramas de los frondosos árboles de la Selva, dejando detrás de sí solo un eco, el eco de la última palabra que les dedicó a sus repentinos visitantes: freeman, freeman, freeman.

Así de grande es Pelusio, así nos ilumina con su sabiduría eterna, entera, etérea, etcétera. Tan grande es, que puede comprar un chupetín con un billete de $100 y le dan el vuelto todo en monedas. Así de grandote.

10.22.2008

cosas que pasaron mientras estaba ocupado haciendo algo más interesante que leer las noticias de cosas que pasaron ad infinitum

Cumpliendo con un pedido de la niña zoe, esto es lo que Pelusio opinó con respecto a la Máquina de Dios, cuando un grupo de científicos de alto cuestionamiento moral fue a inquirirlo acerca del tema, para conocer su sabia y esclarecedora respuesta:

- Pelusio, Maestro de la Ciencia y la Razón, qué opina usted de la Máquina de Dios?
- La Máquina de Dios es esta.

Y acto seguido se llevó su mano derecha a la zona pélvica, en forma cóncava, y agarrose con ella el bulto y comenzó a zarandearlo, a la derecha, a la izquierda, a la derecha, ante la mirada atónita de los hombres de ciencia.

Como tantas otras veces, un mensaje que parece vulgar y tonto encierra verdaderamente un significado esclarecedor, conciso y rutilante acerca de las maquinarias divinas.

En fin, esto es más o menos lo que ocurrió en el país y en el mundo durante los últimos días, en los que estuve recluído en mi estancia del sur, para encontrar la paz interior y un cassette de Dwight Allman (que todavía no pude encontrar)

- Con el LHC, no pasó nada, ni agujeros negros ni nada. Encima se rompió. Un fracaso rotundo.
- Terminaron las Olimpíadas y se batieron muchos récords, mucho negro corriendo, mucho músculo nadando.
- Hubo un temita con la efedrina ilegal, mataron a 3, la Justicia no esclareció nada y hay un 99% de probabilidades de que no lo haga.
- Renunció Basile
- Hubo un otro temita con la Bolsa, que arrancó en Estados Unidos y todos los corredores se agarraban la cara y no sabían qué hacer y el Estado tuvo que meterse a dar inyecciones con plata y los gurúes del Marketing tuvieron que meterse en el orto todo eso de que "el Capital es autosuficiente, es independiente del Estado, debe mantenerse por sí mismo y generar bla bla bla"
- Desapareció una nena en el sur, los docentes paran, matan gente en San Isidro, Macri por acá, Macri por allá.
- No hay monedas


La realidad nos espera cada día con hechos nuevos, algunos interesantes, otros no, algunos increíbles, otros no, algunos que se esfuman al día siguiente, otros que dan rating por uno o dos meses, que venden, sigan buscando a la niña, pero busquen también a Julio López y no se olviden de Cabezas.

Podríamos extendernos más en cada noticia, claro, pero no tiene sentido, porque todas, tarde o temprano, pierden su carácter y pasan a ser anécdotas de un cuento, de una ficción. Todo pasado es ficción.

Esto también es efímero.

8.15.2008

Pelusio y las supercuerdas + Influenza

Esto es lo que Pelusio dijo una vez, al ser consultado acerca de la teoría de las supercuerdas:

- Cualquiera.

Ahora bien, vayamos a un tema más importante: el arte.

El mundo de las artes no le da la espalda a Pelusio. Así como todos los jóvenes ignorantes creen que el 90 % de las canciones habla “del fassssooo locoooo” (punto para Capusotto y Saborido ahí), los intelectuales han sabido encontrar, desde tiempos inmemoriales, referencias a la obra Pelusiana en varias de las obras artísticas más importantes de todos los tiempos. Así, una corriente neopensadora polaca, llegó a publicar un paper en la Universidad de Varsovia, afirmando que el verdadero nombre del “Ulises” del irlandés Joyce era “Ulises se la come, Pelusio se la da”, pero por problemas con la editorial el nombre fue censurado. En el mismo paper se afirma que El Aleph, de Borges, no es más que una metáfora (delicadamente elaborada) de una neurona de Pelusio, puesto que en esa neurona sola cabe el conocimiento del Universo entero.

A continuación, transcribo unas estrofas sumamente representativas encontradas en 1993 en la casa del escritor argentino José Hernández, autor del Martín Fierro. Dichas estrofas se hallaron escritas en una servilleta, y la servilleta se halló en el segundo cajón de la cocina de Hernandez (segundo de arriba para abajo) y dicha cocina se halló en la casa de Hernández, y así sucesivamente.

Presten mucha atención a este párrafo en el que fue censurada nada más ni nada menos que la voz del Viejo Vizcacha:


"Tomo una guitarra y voy
A contarles una historia
Que no habla ni de gloria,
Ni de ayer, ni de hoy.
Habla de lo que soy
Y soy solamente escoria.

Sentado en el Amazonas
Al Grande Profeta ví
Emocionado me sentí
Al ver a tantas personas
Buscando su voz socarrona,
Tratando escuchar por ahí.

Y el Maestro apareció
Y a su nutria dejó de peinar
Y con su voz empezó a hablar
Y el cielo se oscureció
Y justo ahí me pareció
Que tuito iba a terminar

Mas todo lo contrario: empezó.
Pues ya no hay malas rachas.
Yo soy el Viejo Vizcacha
Un buen consejero que nació
Sabio a la buena de Dió´
Pero ese viejo me cacha.

Pelusio seguirá en su lucha
y su palabra ya se contagia
Con paciencia y verborragia.
A todo aquel que la escucha
Porque su voz no siempre es mucha
Pero es música, es color, y es magia."


Increíble, ¿verdad? ¿Verdad que sí?. Aún a mí, que lo sé casi todo acerca de Pelusio, se me pone la piel de gallina turuleca cuando releo estas líneas y contemplo que hasta los más grandes respetan y alaban al Más Grande.

Varias son las teorías, varios los capítulos importantes de la Historia del Arte que se le atribuyen a Su Majestuosidad, mientras Él, humilde y un poco chueco, sigue en el Amazonas, paseando, cerrando los ojos para escuchar el cantar de los pájaros y abriéndolos cada tanto para ver el salto de los Dorados surcando el río. Grande como siempre, enorme como nunca Pelusio, el Profeta incomprendido.

8.11.2008

Imaginando a Pelusio, 3er entrega

Mientras mucha gente sigue intentando explicar o entender la teoría de las supercuerdas y las 26 dimensiones, Pelusio pela un durazno y cada tanto le da un trozo a su nutria de compañía, porque así de generoso y despreocupado es.

¿Cuerdas, en serio?

Hoy tenemos la versión Pelusiana de Pepe Chatruc, hincha fanático del buen gusto, que nos dice:
"No me acusen de plagio, porque el qué avisa, no es traidor. La encontré en google pero apenas la vi me dije para mis adentros "ESTE ES PELUSIO" así que se la mando, Don Alesandro, espero que le guste y al suba."

Así que aquí está, una nueva versión Pelusiana medio hipona y setentosa. Gracias Pepe, y perdón a por la demora.














Próxima entrega: Pelusio y la teoría de las supercuerdas.

7.24.2008

Pelusio y la viejecita linda + imaginando a Pelusio, entrega nro 2

Hasta la Selva del Amazonas se adentró una vez una señora mayor, de unos 70 años, pues sabía que allí encontraría a Pelusio, envuelto como siempre en sabiduría, dispuesto a ayudar con sus palabras a cual ser humano tuviera en su mirada un signo de necesidad, de búsqueda, de esperanza. La viejita fue hasta el Amazonas caminando, porque desconfiaba de los autos, los colectivos, los trenes y los aviones. Y encima caminaba despacio, pues era una viejita. Así que tardó lo suyo en llegar, pero llegó. Y apenas cruzó la línea imaginaria que determina para los hombres comunes el nacimiento de la Selva, allí apareció Pelusio para recibirla, pues sabía que la viejecita estaba cansada y a punto de palmarla, y como el Grande es Grandísimo, se decidió a ir a su encuentro para regalarle sus preciadas palabras.
La viejecita, al verlo, se emocionó y se sentó en el tronco de un árbol cortado. No pudo evitar que le salieran lágrimas al ver al Profeta, y habló entre sollozos

- Ay Pelusio, que grande que estás - dijo, mientras le tironeaba los cachetes. Bueno, nunca antes te había visto, pero... que grande... -sin soltarle los cachetes.

Pelusió se sorprendió por el temita de los cachetes. Una actitud así, proveniente de otra persona, hubiera significado la muerte intantánea y dolorosa, pero el Profeta se había encariñado con la anciana. Entonces habló, y los pájaros dejaron de cantar:

- Has recorrido un largo camino, mujer. Largo en kilómetros y en tiempo. Veo en tus ojos la pureza. Nunca has tomado en colectivo, y por lo tanto no has sido como esas viejas que clavan carteras para que los jóvenes cedan el asiento. No eres de las viejas que protestan con los cajeros de supermercado por los precios, porque sabes que no tienen ellos la culpa. No eres, ni has sido, ni serás, de las que abren y cierran todas las conversaciones hablando de sus problemas reumáticos...

La vieja volvió a tomarle los cachetes con más fuerza. Pelusio sonrió, aunque un poco le dolía. Y siguió, como siguen batiendo las olas:

- Sé muy bien que llegando al final de tus días, te replanteas el hecho de no haber sido nadie. De no haber sido famosa, de no haber salido en ningún diario, de que tu nombre ni siquiera aparezca en este relato cuando alguien lo escriba. Sé que sientes que has vivido en vano y que tu paso por este mundo a sido imperceptible, que no ha dejado nada importante a la humanidad...

La pobrecita viejecita largó a llorar, las lágrimas lubricaban sus arrugas y se perdían en los pliegues de su cuello. Todavía tenía su mano en los cachetes del Grande, pero cada vez apretaban con menos fuerza. Pelusio siguió.

- Mas no llore, amiga mía, no llore. Porque la forma de ver las cosas condiciona las cosas, y no existe una realidad real, sino la que cada uno de nosotros observamos. Usted puede sentir que su vida fue inútil porque nunca ganó un Nobel, ni siquiera se graduó de la primaria. Pero usted, una vez, tejió un pullover. Un pullover verde, pequeño, para su único nieto. Y ese pullover lo abriga en invierno, y aunque el niño no pueda hablar, yo le digo que ese es su pullover favorito, y lo será por el resto de su vida, y eso es más que suficiente. En la vasta infinidad del Universo entero, no existe ninguna diferencia entre un pullover y una mansión. Solo nuestra forma de ver las cosas, una forma pequeña y precaria, como nosotros, nos hace pensar eso. Mas la verdad del Cosmos es otra, y está de su lado.

Y la mano de la viejecita soltó los cachetes del Rey. La mujer recordó el pullover y solo atinó a decirle gracias al Maestro, que con la mano en el hombro le brindaba su energía y la despedía. Pelusio vió como la mujer pegaba media vuelta para volver caminando a su hogar. Del Amazonas a Burzaco, largo camino por delante. Pero la viejecita estaba dispuesta a recorrerlo, y eso es lo que en verdad importa, esa es la enseñanza, esa y la del pullover, claro, la de la forma de ver las cosas. Y así, una vez más, Pelusio nos demuestra que el punto de vista es lo que importa, y no el objeto, como lo supo bien Cezanne, como lo comprendió Picasso, como lo escribió Sartre en una de sus obras de teatro, no el acto en sí, no el hecho, sino el punto de vista, que nunca puede abarcar el todo, pues un punto es solo un punto. Ojalá esto nos sirva a todos, queridos lectores, para reflexionar en nuestra vida cotidiana, en nuestro día a día, en las cosas que pasan a nuestro alrededor.




Y va, de yapa, una imagen de Mr. Spoltore que nos muestra como se imagina a Pelusio. La imagen se presta para una interpretación (existente pero lejano, inaccesible, inalcanzable?) que tal vez el autor nos devele.








Gracias Feffo!




.